Marieta Cantos/ Imagen UCA |
Marieta Cantos Casenave, nacida en Ceuta. Es Doctora en Filosofía y Letras, modalidad de
Filología Hispánica. Desde 1999 es Profesora Titular de Literatura Española en
la Universidad de Cádiz. Entre su amplio currículum destacan sus
investigaciones en los proyectos de Excelencia “Las Cortes de Cádiz y el Primer
Liberalismo en Andalucía” y “Las Cortes de Cádiz y el Primer Liberalismo en
España y América: élites políticas, ideologías, prensa y literatura (1808-1868)”.
Es experta en la literatura escrita por mujeres. Y de eso vamos hablar, sobre
el papel de la mujer en el siglo XIX.
Buscando información en
Internet, me encontré con un libro digital titulado “Constitución de Cádiz y su huella en América”. Entre sus páginas aparece un texto firmado por la profesora
Cantos Casenave titulado “La mujeres en la era de 1812. De tapadas a excluidas”. Cuando lo leí, me pareció tan interesante que en ese momento decidí que
Marieta podía aportar mucho a mi blog constitucional.
Rocío Chanivet. Me gustaría conocer cómo surgió la idea de
la edición digital “Constitución de Cádiz y su huella en América”.
Marieta Cantos. El libro "La Constitución de Cádiz y su huella en
América",había sido editado en papel y había obtenido una amplia repercusión
en América, particularmente durante su presentación en El Colegio de México.
Las dificultades de asegurar el la llegada de los ejemplares a los interesados
hizo pensar en la edición digital, que fue promovida por el entonces
Vicerrectorado de Extensión y el Servicio de Publicaciones de la Universidad de
Cádiz.
R.CH. Cuando se habla o se debate sobre la
Constitución del 1812 siempre destacan los mismos temas como; el asedio francés,
los diputados doceañistas o las tertulias ¿Por qué nunca se hace referencia al
papel de la mujer?
M.C. El
hecho de que con frecuencia los investigadores se hayan centrado en los
protagonistas de la guerra, o en el texto constitucional, ha impedido ver el
contexto y no hay duda de que en él las mujeres tienen un importante papel, a
veces como heroínas, otras como escritoras y en cualquier caso como parte de
una nación que debía alentar a la lucha contra el enemigo invasor.
R.CH. En su publicación destacan escritoras,
periodistas, traductoras como María del Carmen Silva,
Manuela López de Ulloa, María Magdalena Fernández de Córdoba y Frasquita Larrea
¿Podrías definirme las características de sus publicaciones? ¿Quién fue la más
radical? ¿Tienes especial admiración por algunas de ellas?
M.C.
Mª del Carmen Silva estuvo al frente del periódico exaltado "El Robespierre Español" y en principio
pudo ser la más exaltada, aunque se cuidó mucho de manifestar esa posible exacerbación
de su pensamiento, pues su primer objetivo era conseguir que liberaran a su
compañero Pedro Pascasio Fernández Sardinó de la cárcel. Lo cierto es que el
hecho de que llegara a averiguarse que no estaba casada con él y que hubiera de
hacerlo por poderes, a fin de que se le permitiera visitarlo en su prisión,
puede ser indicio también de su conducta «liberal». Mª Manuela López de Ulloa
fue autora de casi una cincuentena de obras entre poemas, folletos y artículos
de periódicos. Fue una defensora acérrima de Fernando VII, la monarquía
absoluta y la iglesia, incluido el tribunal del Santo Oficio de la Inquisición.
Magdalena Fernández de Córdoba fue traductora de "Los Derechos de los ciudadanos" del abate Mably, en cuyo prólogo la
traductora declara la incompatibilidad de la existencia del tribunal de la
Inquisición con lo legislado hasta entonces por las Cortes de Cádiz. En cuanto
a Frasquita Larrea, fue autora de algunas proclamas y folletos de exaltación
patriótica y apoyo al absolutismo de Fernando VII, además de otros textos
escritos después de 1814 de índole literaria.
R.CH. A pesar de escribir
bajo seudónimo ¿Se notaba el estilo o el lenguaje en las publicaciones respecto
a los hombres?
- M.C. En
realidad, puede hablarse de una estrategia común, de una retórica de humildad
con la que tratan de ser aceptadas por el público lector, una estrategia de captatio benevolentiae que era común a
los escritores noveles, pero que en su caso suele ir acompañada del supuesto
reconocimiento de la inferioridad del sexo femenino y de cierta exhibición de
una sensibilidad lacrimógena, aunque en ocasiones, por compensación, se exhibe
una fortaleza fuera de lo común. En cualquier caso, hubo hombres que adoptaron
seudónimos femeninos, a fin de conquistar a un público de este género cada vez
más amplio, y para ello se servían del mismo tipo de estrategias, así que a
veces es difícil distinguir unos discursos de otros.
Marieta Cantos Casenave en la recogida del Premio Andalucía/ UCA |
R.CH. ¿Por qué la Constitución no
reconoció a las mujeres su derecho a ser ciudadanas y participar en la vida pública?
M.C. No lo había hecho ni la constitución americana ni la francesa, quizás la sociedad aún no estaba preparada. Particularmente considero que los hombres tenían miedo –y lo siguieron teniendo después- de compartir el poder con las mujeres. Sí se les concedía su condición de españolas, de ser representadas y amparadas por las leyes, pero también –y esto era lo grave- condenadas por una constitución en la que no habían participado.
M.C. No lo había hecho ni la constitución americana ni la francesa, quizás la sociedad aún no estaba preparada. Particularmente considero que los hombres tenían miedo –y lo siguieron teniendo después- de compartir el poder con las mujeres. Sí se les concedía su condición de españolas, de ser representadas y amparadas por las leyes, pero también –y esto era lo grave- condenadas por una constitución en la que no habían participado.
R.CH. No se les otorgaban ese estatus
pero la libertad de imprenta permitió que proliferaran las publicaciones. ¿Por
qué seguían escribiendo bajo otro nombre?
M.C. El
uso del seudónimo era una tradición y casi una obligación en la república de
las letras. Se consideraba que el ejercicio de la literatura era una modalidad
de ocio y por otra parte existía la censura previa y el apremio de la
Inquisición. Esto empieza a cambiar en estas fechas, al menos en lo que a
censura previa se refiere, pero los escritos podían ser denunciados ante las
Juntas de Censuras establecidas por el decreto de Libertad de Imprenta y
derivados a la Inquisición si tocaban materia de fe religiosa. El hecho es que
tanto liberales como serviles se denunciaron recíprocamente con frecuencia ante
la Junta de Censura y el regreso de Fernando VII propició la persecución de los
liberales por los inquisidores.
R.CH. ¿Por qué se permitió a María del
Carmen Silva que estuviese al frente del periódico "Robespierre"?
M.C. Fue una
situación excepcional, la prisión del editor responsable del periódico propició
que ella tomara la iniciativa y este hecho encontró el apoyo de buena parte de
su público lector.
R.CH. ¿Por qué tardaron estas ilustres en reivindicar su derecho como
ciudadanas?
M.C. Las francesas no lo habían conseguido y algunas como Olimpia de Gouges –autora entre otras obras de "Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana"(1791)– habían sido envidas a la guillotina, así que no parece lógico que pusieran mucho empeño en esta cuestión.
M.C. Las francesas no lo habían conseguido y algunas como Olimpia de Gouges –autora entre otras obras de "Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana"(1791)– habían sido envidas a la guillotina, así que no parece lógico que pusieran mucho empeño en esta cuestión.
R.CH. Sí se les aceptaban en las tertulias,
pero ¿Se las controlaban? ¿De qué se hablaba?
M.C. Desde
mediados del XVIII era frecuente que ciertas señoras de la aristocracia fueran
anfitrionas de academias y tertulias más o menos informales, donde se hablaba
de literatura y otras artes, y solo se hablaba de política con cierta libertad
a partir de 1808, los gobiernos absolutos no lo hubieran permitido antes,
aunque en la intimidad de ciertas reuniones muy íntimas pudieran plantearse las
conveniencias de algunas reformas. También se jugaba al monte, o a otros
juegos, se cantaban y se representaba teatro casero. Según los testimonios de
Alcalá Galiano y otros testigos de época, hacia 1811 las tertulias de Frasquita
Larrea –que pasó muy breve tiempo en Cádiz, para marcharse a Alemania- y de
Margarita de Morla eran frecuentadas por serviles en el caso de la primera y
liberales en el de la segunda. A su regreso a España en 1814, Frasquita reanudó
sus tertulias.
Eran
anfitrionas y seguramente, por el hecho de ser mujeres y de expresar opiniones
políticas, llamaron la atención de algunos de sus contertulios.
Etiquetas: Constitución, 1812, derecho, mujeres, periodistas
Fuentes: Cantos Casenave,Marieta "La Constitución de 1812 desde una perspectiva de género"
. Ruiz-Rico,Catalina. "La Constitución de Cádiz y su huella en América". Universidad de Cádiz.
M. Cantos y Beatriz Sánchez Hita. "Escritoras y periodistas antes de la Constitución de 1812" .
Imagen: Universidad de Cádiz
Imagen: Universidad de Cádiz